Nuestro consumo de madera aumenta cada año. Lo utilizamos para calentarnos, construir edificios, muebles o simplemente fabricar papel. En 2018, según la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), se cosecharon casi 4 mil millones de m³ de madera para satisfacer nuestras necesidades globales. Aunque la madera es un material ecológico, su producción no es necesariamente sostenible.
De hecho, hoy en día sólo el 12% de los bosques del mundo destinados a producir madera están certificados. El mercado maderero está contaminado por la presencia de madera ilegal, una industria con importantes desafíos económicos. Este último incluye cualquier madera explotada, transportada o vendida en violación de la legislación del país donde se extrajo la madera antes de ser puesta a la venta. Estas maderas ilegales crean competencia desleal al bajar los precios internacionales. Esta explotación irresponsable de los bosques tiene también consecuencias sociales y medioambientales muy graves: reducción de la biodiversidad, erosión, contaminación del agua o alteración de su ciclo, o incluso deforestación. Impactos que son tanto más preocupantes cuanto que la demanda sigue aumentando. En Francia, la madera ofrece una alternativa ecológica al hormigón y, de hecho, es cada vez más popular entre los arquitectos. También se utiliza cada vez más para producir energía y se están desarrollando nuevos sectores, como la química de la madera. La misma locura a escala global.
Valoops es consciente de esta realidad y de los problemas que genera. Por eso nuestros productos no contienen fibra de madera y se fabrican en Francia, a partir de residuos. Esta elección se inscribe en un enfoque de ecodiseño responsable y es importante para nosotros actuar de forma concreta para luchar contra la sobreexplotación de la madera, por lo que en lugar de reducir nuestro consumo de madera ofreciendo productos compuestos simples, hemos decidido eliminarlo por completo. de nuestro proceso de fabricación.
